La sombra del viento...
Si hay algo que puede llegar a marcarnos profundamente el alma, a parte del primer amor o un cumpleaños en el que falta la gente a quien quieres, es un buen libro. Este llegó a mi como no podía ser mejor, un regalo por mi vigesimo sexto cumpleaños, de manos de un buen amigo.Leer se reveló como una tarea demasiado farragosa entre aquellos días de celebraciones e incertidumbre aunque supe sobreponerme. A los pocos días empezé a leerlo aprovechando la ocasión de un bolo en Valencia, lo devoré en el asiento de atrás de la furgoneta, en estaciones de servicio, peajes y pruebas de sonido.
El libro habla del encuentro de un niño con un libro muy especial, pero al mismo tiempo, lo que encuentra es la historia de la vida de su autor que acaba difuminandose con la suya propia.
"La sombra del viento" de Julian Carax.Es el ejemplar que ahora habita bajo el brazo de Daniel y es uno de los pocos que aun está a salvo de las llamas de Lain Coubert que se dedica a quemar misteriosamente todas las obras del autor.
El ambiente de una Barcelona maltrecha por la guerra, de adoquines grises y cielos tostados por las chimeneas de las fábricas es el marco perfecto para la acción que te atrapa hasta el final.
Un libro, en fin, sobre como un libro puede marcarnos, acariciarnos el alma, herirnos..como un primer amor o un cumpleaños en el que falta la gente a quien quieres.